Por Michelle Aziz
“Un padre no es el que da la vida, eso sería demasiado fácil. Un padre es el que da el amor”
- Denis Lord
Este domingo 19 de junio es el Día del Padre y para celebrarlo les quiero platicar sobre la importancia que tiene la figura paterna en la vida de los niños. Si estás leyendo este artículo, mándaselo al padre de tus hijos para que sepa la importancia que tiene en la vida de tu hijo y tenga estrategias y tips de cómo manejar su paternidad y su relación con él.
Mucho se sabe de la importancia del vínculo del bebé con la madre. Pero te has puesto a pensar, ¿Cómo se desarrolla este vínculo con el padre? El vínculo que se forma con papá puede tardarse más, ya que las madres lo empiezan a desarrollar desde el vientre materno al sentir al bebé y el padre muchas veces se siente padre hasta que tiene a su hijo en sus brazos y le cae el veinte de que esa personita es su responsabilidad de ese día en adelante.
Los padres cobran una gran importancia en la crianza de sus hijos desde que nacen, representan una figura de apoyo, confianza, seguridad, límites, apapacho y cuidado. En un principio, los padres son los encargados de cuidar el desarrollo del vínculo de mamá e hijo. Mientras mamá esta ocupándose del bebé, papá esta ocupándose de los dos, permitiendo que se desarrolle esta relación. Poco a poco, mientras el bebé crece, papá empieza a cobrar más importancia y empieza a relacionarse más con el bebé: juega con él, le da de comer, lo baña, le lee cuentos, lo apapacha, etc.
Por mucho tiempo y en generaciones pasadas se vio al padre como proveedor, ocupándose solamente de la economía familiar. Poco a poco los roles han cambiado y los padres hacen muchas cosas más dentro de la familia y tienen más responsabilidades. Hoy en día vemos a padres que trabajan desde casa, preparan la comida, hacen tareas con los niños, juegan con ellos, cambian pañales, los bañan, los llevan a sus actividades, los abrazan, los consuelan cuando algo les pasa, les enseñan a andar en bicicleta, les enseñan habilidades diarias y los ayudan a lograr su autonomía.
Lo ideal sería como madres y padres compartir la responsabilidad de la crianza y encargarse los dos de pasar tiempo en familia y tener tiempo de calidad con los hijos.
Cuando un niño tiene a un padre involucrado en su crianza, tiene muchos beneficios tales como: mejores habilidades sociales, mejor autoestima, les va mejor en el colegio, tienen mayor bienestar psicológico, son más seguros de si mismos, desarrollan autonomía e independencia, tienen más confianza en el mundo, tienen relaciones sanas y un mayor bienestar en general.
Sé que muchas veces es complicado equilibrar la vida de padre con la vida laboral pero te quiero dar algunos consejos que puedes hacer para tener una buena relación con tus hijos:
- Apóyalos en el cuidado diario: observa y platica con tu pareja en qué puedes ayudar, puede ser el cambio de pañal, el baño, el cuento antes de dormir o el llevarlo al colegio. Sea la actividad que sea, hazla con una buena disposición.
- Muéstrate siempre disponible cuando te necesiten: siempre dale la confianza y seguridad que se puede acerca a ti cuando te necesite.
- Interésate por sus intereses: cuando nuestros hijos son chicos, nos sentamos en el piso a jugar con ellos y nos interesamos por todo lo que van descubriendo. Conforme van creciendo, sus intereses cambian, sigue observando lo que le gusta y juega con él o platica acerca de esto. Esto va a hacer que se sienta importante para ti.
- Permite que exprese todas las emociones (incluso las desagradables): muchas veces a los hombres no les permiten sentir emociones desagradables como tristeza o miedo, cambia esta creencia y tu permite que tu hijo se sienta triste, enojado, vulnerable, con miedo o débil. Explícale que se vale sentir todas las emociones y ayúdalo a tener herramientas para manejarlas y regularlas.
- Sé respetuoso con él: trátalo como te gustaría que te trataran a ti. Si lo educas con golpes, va a aprender que con golpes se resuelven los problemas. Hay muchas maneras de educar sin acudir a la violencia, haciéndolo con mucho respeto. Acuérdate que para que un niño sea respetuoso tiene que primer ser respetado.
- Sé el ejemplo: los niños aprenden por lo que le dices, pero principalmente aprenden por lo que no le dices y actúas. Todo el día te están observando y están aprendiendo de ti.
- Ten tiempo de calidad con él: Si no puedes pasar mucho tiempo a su lado, procura que el tiempo que si puedas lo aproveches. Deja el celular, los pendientes y las preocupaciones a un lado y pon la intención de convivir con el dando tu 100%. Se un papá presente el tiempo que puedas.
- Eres su papá, no su amigo: tus hijos necesitan de ti un padre, no un amigo. Ten cuidado en no confundir estos roles, poniéndole límites y disciplinándolo con respeto y amor.
- Hagan actividades juntos: lean un cuento, juega con ellos, salgan a pasear a un parque, platiquen sobre su día, pasen tiempo de calidad juntos, hagan deportes, abrácense y apapáchense.
Acuérdate que hay muchas maneras de ser un buen padre, busca tu propia manera de relacionarte con tus hijos, lo importante es que lo hagas con la intención de conectar con ellos.
¡Feliz Día del Padre!
